Todo ocurrió mientras los pilotos David Fravor y Jim Slaight realizaban ejercicios de rutina a bordo de cazas F/A-18 Super Hornet, sobre el Océano Pacífico, a unos 160 kilómetros de la costa de San Diego, California.
Durante el ejercicio, los pilotos fueron contactados por un oficial responsable de las operaciones del crucero U.S.S. Princeton, quien informó acerca del contacto visual que desde hacía semanas venían manteniendo con extraños objetos voladores.