Las enseñanzas religiosas hablan de la compasión, la generosidad y la disposición a ayudar a los demás sin esperar nada a cambio. Sin embargo, según un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Chicago, son las personas ateas quienes tendrían mayor tendencia a presentar estas características.
En el experimento, llevado adelante por el profesor de
psicología y psiquiatría Jean Decety, participaron 1.170 niños de 5 a 12 años
de edad, de distintas nacionalidades, entre los que se encontraban ateos,
cristianos, musulmanes y, en menor medida, agnósticos, judíos, hindúes y
budistas.
A cada participante se le
entregaban 30 calcomanías con la consigna de elegir sus 10 favoritas, que luego
usarían para un juego. En una segunda instancia se les informaba
individualmente que solo algunos niños iban a tener la oportunidad de jugar ya
que no todos habían recibido calcomanías, y se les daba 2 sobres: uno para
guardar las que deseaban conservar y el otro para obsequiar a quienes no
participarían del juego.
El nivel de generosidad se medía según cuántas de las 10
calcomanías elegidas inicialmente había en el sobre que cada pequeño cedía a
sus compañeros. El experimento dio sorprendentes resultados: los participantes
criados en hogares ateos eran los más generosos. Para explicar este suceso,
Decety plantea la hipótesis de la licencia moral: como existe la idea de que
quienes viven bajo los preceptos religiosos son compasivos y altruistas, los
niños no ven la necesidad de demostrarlo, y, más aún, utilizan esta concepción
para justificar sus acciones egoístas o poco éticas.
FUENTE: El Mundo.history
Imagen: Shutterstock
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