Dicen que errar es humano, pero no todos los errores son iguales, pues mientras algunos provocan pequeños inconvenientes y molestias, otros pueden ser sinónimos de grandes catástrofes o descubrimientos revolucionarios. Es que la historia de la humanidad se construyó con grandes planes, pero también con pequeños errores involuntarios y algunas omisiones que fueron capaces de cambiar el destino de los acontecimientos. Estos son algunos de los más famosos:
1•La planta milagrosa que provocaba adicción:
A mediados del siglo XIX se descubrió el principio psicoactivo de la cocaína, sustancia extraída de la hoja de la planta Erythroxylon, que crece principalmente en Bolivia y Perú. Los científicos occidentales, creyendo que se trataba de una droga totalmente inocua y milagrosa (la inyección de cocaína en un nervio dejaba bloqueada la transmisión de las sensaciones, provocando así una anestesia local), recomendaron de inmediato su uso.
En 1879, la nueva droga ya había inspirado una campaña publicitaria sin precedentes orquestada por los laboratorios químicos que la producían. La propaganda decía que era un “buen alimento para los nervios, para combatir hábitos de alcohol, opio y morfina, e incluso conceder sempiterna vitalidad y hermosura a las damas”. El famoso psiquiatra austríaco Sigmund Freud también contribuyó en varios escritos a aumentar la popularidad de una droga, cuyo consumo se acrecentó a partir de 1890, cuando descubrieron que podía ser inhalada en polvo.
Debieron pasar décadas antes de que se hablara de su enorme poder adictivo, su efecto sobre la vía mesolímbica del cerebro, y su incidencia en accidentes cerebrovasculares, infartos de miocardio, problemas pulmonares en los fumadores, infecciones sanguíneas y paros cardiorrespiratorios súbitos. Hacia 1930, la que en su momento era la gran panacea se volvió veneno y los estados iniciaron una política prohibicionista que se extiende hasta nuestros días. Hoy, la cocaína, la llamada “diosa blanca” por los adictos, es una de las drogas más adictivas y perseguidas.
2•Los errores de la tripulación del Titanic:
El Titanic, el gigantesco trasatlántico construido en los astilleros de Belfast, en Irlanda del Norte, se hundió la noche del 14 de abril de 1912 después de chocar contra un iceberg en mitad del océano Atlántico, durante su viaje inaugural desde Southampton a Nueva York. La tragedia, que dejó un saldo de 1.532 personas muertas de los 2.222 pasajeros que iban a bordo, se produjo por una suma de errores humanos, partiendo por el hecho de que, al ser considerado “insumergible”, el buque no disponía de medios ni botes salvavidas suficientes como para enfrentarse a un naufragio, cosa que disparó el número de víctimas.
También se responsabilizó del luctuoso hecho al capitán Edward Smith por conducir la nave a gran velocidad y con cierta imprudencia. El marino Frederick Fleet, el vigía encargado de avistar posibles peligros para el barco y quien fue el que dio las campanadas de alerta luego de divisar un inmenso bulto negro en medio de la noche (que resultó ser un gigantesco iceberg), testificaría posteriormente que de haber tenido binoculares, los cuales inexplicablemente estaban almacenados en ese momento dentro de unos casilleros por órdenes superiores, habría visto mucho antes el iceberg y, por ende, habría podido dar la alarma a tiempo.
3•El error de cálculo de Cristóbal Colón:
En 1492, el almirante genovés Cristóbal Colón consiguió que los Reyes Católicos, los monarcas de España de la época, le financiaran un largo viaje, que él creía le llevaría a conquistar las Indias, unos ignotos y ricos territorios que se encontraban, según sus cálculos, a 750 leguas de distancia de las Islas Canarias. Pero el navegante hizo mal sus cálculos y cometió varios errores que dieron un vuelco total a su histórico periplo: pretendiendo llegar a Asia (a 135 grados de circunferencia) se tropezó con América (a 229 grados).
Colón también creía que Asia estaba mucho más cerca, y de no ser porque se encontró en la mitad de su viaje con un inmenso continente desconocido por los europeos habría muerto presumiblemente a manos de sus marineros, que ya amenazaban con amotinarse creyendo que el almirante italiano los llevaba a una muerte segura. Por supuesto, a la postre este error cartográfico fue todo un hallazgo para la corona española, y permitió la conquista del continente americano. Colón llegó al fin de sus días pensando que había llegado a las Indias, pero fue otro navegante italiano, Américo Vespucio, quien convenció a todos de que lo descubierto por su compatriota era en realidad un nuevo continente.
4•El olvido que dio origen a la penicilina:
La penicilina, el antibiótico más conocido del mundo que desde su descubrimiento ha salvado la vida a millones de persona, quizás no hubiese existido si el médico británico Alexander Fleming no hubiera olvidado limpiar su laboratorio antes de salir de vacaciones.
En la mañana del 28 de septiembre de 1928 Flemming se encontraba estudiando cultivos de bacterias de estafilococo en el sótano del laboratorio del Hospital St. Mary, en Londres, aunque luego debió ausentarse casi por un mes de la capital inglesa, olvidando una placa de Petri –instrumento de laboratorio- en la que se contenían bacterias cerca de una ventana abierta.
Al regresar de sus vacaciones, Flemming se encontró con la placa de Petri olvidada. Al mirarla se percató que las muestras se habían contaminado con una especie de moho que había entrado con el viento. Movido por la curiosidad, el científico en vez de tirar su experimento arruinado a la basura, colocó su placa de petri al microscopio y observó asombrado que no sólo el moho había contaminado todo el contenido de la placa, sino que alrededor de éste, había un claro, una zona limpia en la que el moho había matado a todas las bacterias. Flemming acababa de descubrir los hongos de Penicillium, la base del antibiótico famoso por su gran capacidad para aniquilar a las bacterias que causan infecciones en el cuerpo humano.
5• Adolf Hitler y el error de cálculo que le costó la guerra:
En junio de 1941 Adolf Hitler era amo y señor de la mitad de Europa. Sus victoriosos ejércitos ya habían conquistado Polonia, Checoslovaquia, Suecia, Noruega, Dinamarca, Bélgica y Francia y todo hacía suponer que el próximo objetivo de la Wehrmacht era la conquista de Gran Bretaña, en la llamada “Operación León Marino”. Sin embargo, por una serie de circunstancias esa invasión se fue posponiendo hasta que el Führer decidió iniciar el 22 de junio la “Operación Barbarroja”, la anhelada invasión de la Unión Soviética, el verdadero enemigo ideológico del nazismo.
Así, tres millones de soldados alemanes entraron en territorio soviético y conquistaron fácilmente las actuales regiones de Ucrania y Bielorrusia. La Operación Barbarroja significó en su principio un duro golpe para las desprevenidas fuerzas soviéticas, que sufrieron fuertes bajas y perdieron grandes extensiones de territorio en poco tiempo.
No obstante, Adolf Hitler había cometido un craso error inicial: subestimó la potencia del Ejército Rojo y la crudeza del invierno ruso. En efecto, cada vez que los alemanes aniquilaban a un ejército ruso, los soviéticos lo reemplazaban de inmediato por otro, aprovechando su enorme población y el enorme territorio que cobijaba a ésta. Para agravar la situación, la llegada del invierno ruso tomó a los alemanes -quienes pensaban tomar Rusia en cuestión de unos pocos meses- por sorpresa. Sin equipo adecuado para pasar el invierno, fueron miles los soldados germanos que murieron congelados.
La llegada del invierno ruso acabaría con los planes alemanes de terminar la invasión en 1941. Durante el invierno, el Ejército Rojo contraatacó y anuló las esperanzas de Hitler de ganar la batalla de Moscú. La operación acabó el 5 de diciembre de 1941 con la retirada del ejército alemán, que en las semanas siguientes perdería a todo su VI Ejército en la Batalla de Stalingrado. Había sido la primera derrota catastrófica de un ejército que hasta ese momento se creía que era invencible.
6•La desincronización horaria que salvó a Fidel Castro:
La invasión de Bahía de Cochinos fue una operación militar en la que tropas de cubanos exiliados, apoyados por Estados Unidos, invadieron Cuba en abril de 1961 para intentar derrocar el régimen de Fidel Castro y formar un gobierno provisional. La acción acabó en fracaso en menos de 65 horas, ya que fue completamente aplastada por las Milicias y las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de Cuba, quienes capturaron a 1.200 soldados enemigos, junto con importante material bélico.
Lo que pocos saben es que un pequeño malentendido horario pudo haber cambiado fácilmente el resultado de esta batalla, truncando así rápidamente el sueño comunista de Fidel Castro. Dado que las tropas de cubanos exiliados sumaban apenas alrededor de 1.500 personas, el apoyo de la CIA era vital. Ellos se encargarían de allanar el paso mediante jets de combate que despegarían de un portaviones cerca de Nicaragua. Sin embargo, a los conjurados se les había olvidado un pequeño detalle: la diferencia horaria entre Nicaragua y Cuba. Los jets sobrevolaron suelo cubano con una hora de adelanto y se fueron sin haber apoyado a los invasores.
7• La conferencia de prensa que abrió el Muro de Berlín:
Günter Schabowski, un político menor dentro del Partido Socialista Unificado -el partido único de la República “Democrática” Alemana- fue enviado por su gobierno para dar una supuestamente rutinaria y aburrida conferencia de prensa emitida a nivel global, la noche del 9 de noviembre de 1989. Después de 50 aburridos minutos, el vocero debió leer sobre un tema al cual no estaba familiarizado, pues nadie se lo había advertido de antemano: la nueva regulación sobre emigración, que permitiría mayores libertades para salir del país.
Günter Schabowski atendiendo a la prensa internacional.
Cuando los sorprendidos periodistas le preguntaron a Schabowski cuando entraría en vigor la normativa, el vocero hojeó el documento, leyó algunas palabras sueltas, y bajo la presión de todos los presentes, respondió: “Por lo que tengo entendido… inmediatamente”.
El impacto de las palabras de Schabowski fue total, pues lo que era originalmente una medida moderada en la política de viajes de la Alemania Oriental, se transformó, gracias a la vaguedad e ignorancia de Schabowski, en una invitación a cruzar las fronteras libremente. De inmediato miles de alemanes orientales se dirigieron a los pasos para pasar a Alemania Occidental. Y como el Partido Socialista Unificado no le había dado órdenes claras a sus guardias, estos a las 23.30 hrs de ese día dieron paso a la salida de las multitudes a la ansiada libertad.
Al día siguiente hubo intentos de volver a tomar el control, pero las puertas para la unificación alemana ya se habían abierto en un proceso que tendría como guinda de la torta el derrumbe del ominoso muro de Berlín.
Cuando Schabowski falleció en 2015, el diario “New York Times”, recordando esa histórica conferencia de prensa, tituló una columna de manera muy acertada: “Günter Schabowski, el hombre que abrió el Muro”.
Fuente:
•Héctor Fuentes
1•La planta milagrosa que provocaba adicción:
A mediados del siglo XIX se descubrió el principio psicoactivo de la cocaína, sustancia extraída de la hoja de la planta Erythroxylon, que crece principalmente en Bolivia y Perú. Los científicos occidentales, creyendo que se trataba de una droga totalmente inocua y milagrosa (la inyección de cocaína en un nervio dejaba bloqueada la transmisión de las sensaciones, provocando así una anestesia local), recomendaron de inmediato su uso.
En 1879, la nueva droga ya había inspirado una campaña publicitaria sin precedentes orquestada por los laboratorios químicos que la producían. La propaganda decía que era un “buen alimento para los nervios, para combatir hábitos de alcohol, opio y morfina, e incluso conceder sempiterna vitalidad y hermosura a las damas”. El famoso psiquiatra austríaco Sigmund Freud también contribuyó en varios escritos a aumentar la popularidad de una droga, cuyo consumo se acrecentó a partir de 1890, cuando descubrieron que podía ser inhalada en polvo.
Debieron pasar décadas antes de que se hablara de su enorme poder adictivo, su efecto sobre la vía mesolímbica del cerebro, y su incidencia en accidentes cerebrovasculares, infartos de miocardio, problemas pulmonares en los fumadores, infecciones sanguíneas y paros cardiorrespiratorios súbitos. Hacia 1930, la que en su momento era la gran panacea se volvió veneno y los estados iniciaron una política prohibicionista que se extiende hasta nuestros días. Hoy, la cocaína, la llamada “diosa blanca” por los adictos, es una de las drogas más adictivas y perseguidas.
2•Los errores de la tripulación del Titanic:
El Titanic, el gigantesco trasatlántico construido en los astilleros de Belfast, en Irlanda del Norte, se hundió la noche del 14 de abril de 1912 después de chocar contra un iceberg en mitad del océano Atlántico, durante su viaje inaugural desde Southampton a Nueva York. La tragedia, que dejó un saldo de 1.532 personas muertas de los 2.222 pasajeros que iban a bordo, se produjo por una suma de errores humanos, partiendo por el hecho de que, al ser considerado “insumergible”, el buque no disponía de medios ni botes salvavidas suficientes como para enfrentarse a un naufragio, cosa que disparó el número de víctimas.
También se responsabilizó del luctuoso hecho al capitán Edward Smith por conducir la nave a gran velocidad y con cierta imprudencia. El marino Frederick Fleet, el vigía encargado de avistar posibles peligros para el barco y quien fue el que dio las campanadas de alerta luego de divisar un inmenso bulto negro en medio de la noche (que resultó ser un gigantesco iceberg), testificaría posteriormente que de haber tenido binoculares, los cuales inexplicablemente estaban almacenados en ese momento dentro de unos casilleros por órdenes superiores, habría visto mucho antes el iceberg y, por ende, habría podido dar la alarma a tiempo.
3•El error de cálculo de Cristóbal Colón:
En 1492, el almirante genovés Cristóbal Colón consiguió que los Reyes Católicos, los monarcas de España de la época, le financiaran un largo viaje, que él creía le llevaría a conquistar las Indias, unos ignotos y ricos territorios que se encontraban, según sus cálculos, a 750 leguas de distancia de las Islas Canarias. Pero el navegante hizo mal sus cálculos y cometió varios errores que dieron un vuelco total a su histórico periplo: pretendiendo llegar a Asia (a 135 grados de circunferencia) se tropezó con América (a 229 grados).
Colón también creía que Asia estaba mucho más cerca, y de no ser porque se encontró en la mitad de su viaje con un inmenso continente desconocido por los europeos habría muerto presumiblemente a manos de sus marineros, que ya amenazaban con amotinarse creyendo que el almirante italiano los llevaba a una muerte segura. Por supuesto, a la postre este error cartográfico fue todo un hallazgo para la corona española, y permitió la conquista del continente americano. Colón llegó al fin de sus días pensando que había llegado a las Indias, pero fue otro navegante italiano, Américo Vespucio, quien convenció a todos de que lo descubierto por su compatriota era en realidad un nuevo continente.
4•El olvido que dio origen a la penicilina:
La penicilina, el antibiótico más conocido del mundo que desde su descubrimiento ha salvado la vida a millones de persona, quizás no hubiese existido si el médico británico Alexander Fleming no hubiera olvidado limpiar su laboratorio antes de salir de vacaciones.
En la mañana del 28 de septiembre de 1928 Flemming se encontraba estudiando cultivos de bacterias de estafilococo en el sótano del laboratorio del Hospital St. Mary, en Londres, aunque luego debió ausentarse casi por un mes de la capital inglesa, olvidando una placa de Petri –instrumento de laboratorio- en la que se contenían bacterias cerca de una ventana abierta.
Al regresar de sus vacaciones, Flemming se encontró con la placa de Petri olvidada. Al mirarla se percató que las muestras se habían contaminado con una especie de moho que había entrado con el viento. Movido por la curiosidad, el científico en vez de tirar su experimento arruinado a la basura, colocó su placa de petri al microscopio y observó asombrado que no sólo el moho había contaminado todo el contenido de la placa, sino que alrededor de éste, había un claro, una zona limpia en la que el moho había matado a todas las bacterias. Flemming acababa de descubrir los hongos de Penicillium, la base del antibiótico famoso por su gran capacidad para aniquilar a las bacterias que causan infecciones en el cuerpo humano.
5• Adolf Hitler y el error de cálculo que le costó la guerra:
En junio de 1941 Adolf Hitler era amo y señor de la mitad de Europa. Sus victoriosos ejércitos ya habían conquistado Polonia, Checoslovaquia, Suecia, Noruega, Dinamarca, Bélgica y Francia y todo hacía suponer que el próximo objetivo de la Wehrmacht era la conquista de Gran Bretaña, en la llamada “Operación León Marino”. Sin embargo, por una serie de circunstancias esa invasión se fue posponiendo hasta que el Führer decidió iniciar el 22 de junio la “Operación Barbarroja”, la anhelada invasión de la Unión Soviética, el verdadero enemigo ideológico del nazismo.
Así, tres millones de soldados alemanes entraron en territorio soviético y conquistaron fácilmente las actuales regiones de Ucrania y Bielorrusia. La Operación Barbarroja significó en su principio un duro golpe para las desprevenidas fuerzas soviéticas, que sufrieron fuertes bajas y perdieron grandes extensiones de territorio en poco tiempo.
No obstante, Adolf Hitler había cometido un craso error inicial: subestimó la potencia del Ejército Rojo y la crudeza del invierno ruso. En efecto, cada vez que los alemanes aniquilaban a un ejército ruso, los soviéticos lo reemplazaban de inmediato por otro, aprovechando su enorme población y el enorme territorio que cobijaba a ésta. Para agravar la situación, la llegada del invierno ruso tomó a los alemanes -quienes pensaban tomar Rusia en cuestión de unos pocos meses- por sorpresa. Sin equipo adecuado para pasar el invierno, fueron miles los soldados germanos que murieron congelados.
La llegada del invierno ruso acabaría con los planes alemanes de terminar la invasión en 1941. Durante el invierno, el Ejército Rojo contraatacó y anuló las esperanzas de Hitler de ganar la batalla de Moscú. La operación acabó el 5 de diciembre de 1941 con la retirada del ejército alemán, que en las semanas siguientes perdería a todo su VI Ejército en la Batalla de Stalingrado. Había sido la primera derrota catastrófica de un ejército que hasta ese momento se creía que era invencible.
6•La desincronización horaria que salvó a Fidel Castro:
La invasión de Bahía de Cochinos fue una operación militar en la que tropas de cubanos exiliados, apoyados por Estados Unidos, invadieron Cuba en abril de 1961 para intentar derrocar el régimen de Fidel Castro y formar un gobierno provisional. La acción acabó en fracaso en menos de 65 horas, ya que fue completamente aplastada por las Milicias y las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de Cuba, quienes capturaron a 1.200 soldados enemigos, junto con importante material bélico.
Lo que pocos saben es que un pequeño malentendido horario pudo haber cambiado fácilmente el resultado de esta batalla, truncando así rápidamente el sueño comunista de Fidel Castro. Dado que las tropas de cubanos exiliados sumaban apenas alrededor de 1.500 personas, el apoyo de la CIA era vital. Ellos se encargarían de allanar el paso mediante jets de combate que despegarían de un portaviones cerca de Nicaragua. Sin embargo, a los conjurados se les había olvidado un pequeño detalle: la diferencia horaria entre Nicaragua y Cuba. Los jets sobrevolaron suelo cubano con una hora de adelanto y se fueron sin haber apoyado a los invasores.
7• La conferencia de prensa que abrió el Muro de Berlín:
Günter Schabowski, un político menor dentro del Partido Socialista Unificado -el partido único de la República “Democrática” Alemana- fue enviado por su gobierno para dar una supuestamente rutinaria y aburrida conferencia de prensa emitida a nivel global, la noche del 9 de noviembre de 1989. Después de 50 aburridos minutos, el vocero debió leer sobre un tema al cual no estaba familiarizado, pues nadie se lo había advertido de antemano: la nueva regulación sobre emigración, que permitiría mayores libertades para salir del país.
Günter Schabowski atendiendo a la prensa internacional.
Cuando los sorprendidos periodistas le preguntaron a Schabowski cuando entraría en vigor la normativa, el vocero hojeó el documento, leyó algunas palabras sueltas, y bajo la presión de todos los presentes, respondió: “Por lo que tengo entendido… inmediatamente”.
El impacto de las palabras de Schabowski fue total, pues lo que era originalmente una medida moderada en la política de viajes de la Alemania Oriental, se transformó, gracias a la vaguedad e ignorancia de Schabowski, en una invitación a cruzar las fronteras libremente. De inmediato miles de alemanes orientales se dirigieron a los pasos para pasar a Alemania Occidental. Y como el Partido Socialista Unificado no le había dado órdenes claras a sus guardias, estos a las 23.30 hrs de ese día dieron paso a la salida de las multitudes a la ansiada libertad.
Al día siguiente hubo intentos de volver a tomar el control, pero las puertas para la unificación alemana ya se habían abierto en un proceso que tendría como guinda de la torta el derrumbe del ominoso muro de Berlín.
Cuando Schabowski falleció en 2015, el diario “New York Times”, recordando esa histórica conferencia de prensa, tituló una columna de manera muy acertada: “Günter Schabowski, el hombre que abrió el Muro”.
Fuente:
•Héctor Fuentes
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