Un estudio revela que estos animales contribuyen a esparcir las semillas de los árboles.
Los viajeros que se adentran por primera vez en el interior de Marruecos, pueden quedar muy sorprendido al ver como en las mas de algunos árboles no hay pájaros, sino cabras. La agilidad de estos animales es de sobra conocida pero, aún así, muchos se preguntarán que hacen ahí arriba.
Un dato muy importante a tener en cuenta es que los árboles en cuestión son arganes, de cuyos frutos se extrae el aceito de argán. Y los pastores locales estimulan a sus animales desde que nace a que cojan el hábito de trepar a las copas de dichos árboles para comerse su frutos. ¿Por qué? La creencia popular es que tras pasar por el sistema digestivo de las cabras, las semillas de los frutos están en cierta forma "más procesadas", por lo que las recolectan para fabricar el aceite que, en esa zona, se suele utilizar para fabricar tintes para el cabello.
Pero un equipo de investigadores, entre los que se encuentra Miguel Delibes, miembro de la Selección Española de Ciencia de Quo, ha querido aclarar un poco este comportamiento de las cabras. los científicos sabían que las semillas de argán son demasiado grandes para ser digeridas por las cabras y luego defecadas. ¿Qué hacen entonces con ellas?
Y lo que han descubierto es que las escupen mientras van rumiando su alimento. Los investigadores probaron a darles semillas de argán con otras más pequeñas, y observaron que las de menor tamaño eran defecadas, mientras que las de argán se escupían.
Según el estudio, este comportamiento es realmente muy interesante. Los investigadores comprobaron que la mayoría de las semillas rumiadas y escupidas por las cabras seguían siendo fértiles. Y, dado que que las cabras pueden pasarse horas rumiando mientras van caminando, eso quiere decir que están contribuyendo a extender y propagar las semillas por su entorno.
Fuente:
•Vicente Fernández
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