Para los cristianos, el diablo tiene poder y autoridad propia. Sin embargo, en la biblia, Satanás tiene solamente poder concedida por Dios, y no tiene ninguna autoridad propia. Si el diablo, o Satanás tuviera poder y autoridad es tener más de un Dios.
A diferencia de cómo se ve el Diablo en la cultura imperante, el Satán judío no es un ángel peleado con Dios ni un espíritu malvado. Es un serafín de los más altos rangos que cumple en todo momento la voluntad de Dios.
Satanás se describe solamente algunos lugares de la Sagrada Escritura hebrea. En cada caso, él es un ángel que trabaja PARA Dios, no contra Dios, y debe conseguir el permiso de Dios para realizar todo acto. En Crónicas, los Salmos, y Zacarías son algunos lugares en donde se menciona Satanás.
Para el judaísmo, la tentación es buena. Es la única forma que tiene el alma de superarse, su único objetivo en este mundo. El alma viene a este mundo a vivir el libre albedrío, a perfeccionarse y acercarse a Dios más plenamente tras haber ganado el derecho a estar junto a Su Presencia, esto es posible únicamente gracias a que existe la tentación.
Es un ángel muy bueno y benigno. Este ángel, además, es el encargado de juzgar al alma en la corte divina y el encargado de traer la muerte al cuerpo. Los dos procesos por medio de los cuales el hombre puede regresar a un estado de pureza y llegar al Mundo Venidero.
Para el judío, cualquier cosa que entre en conflicto será rechazada; porque imposibilita la verdad, la pureza, y el monoteísmo. . La idea de que hay un Dios en cielo Dios del mundo terrenal, o infierno, no es considerada monoteísmo. Sin embargo, este es el mismo criterio encontrado en otras creencias paganas.
Otra diferencia con el Diablo es que este ángel dejará de existir. Cuando llegue la época mesiánica, disfrutemos del Mundo Venidero, y las almas se hayan unido nuevamente a sus cuerpos recién purificados, la tentación y la muerte ya no serán necesarias; la maldad habrá dejado de existir. En ese mundo la función del Satán habrá sido completada y el ángel desaparecerá, junto con otras criaturas mal formadas.
Para Dios, la biblia, y para el judaísmo, tener una entidad que compita con Dios, que tiene poder y autoridad propia, es la oposición al Dios, es violar la idea básica del monoteísmo.
Fuente:
•creenciajudia
• judíosorg
•Stuart Federow
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