Una isla paradisiaca invadida por una especie muy poco atractiva. Situada frente a la costa brasileña, la isla de Fernando de Noronha está repleta de unos sapos de la especie cururú que están deformes. Los anfibios invadieron la isla hace varias décadas y ahora casi la mitad tienen malformaciones en las extremidades, los ojos y la boca. Algunos no tienen patas, a otros les faltan o le sobran dedos o los tienen deformes.
Cerca del 20% de los sapos deformes también están parcialmente o completamente ciegos. Algunos carecen de uno o ambos ojos, mientras que otros no poseen iris o los tienen decolorados. Cazador pasivo Y esas malformaciones han cambiado profundamente el modo en que se comportan.
Los sapos ciegos en la isla de Fernando de Noronha han adoptado una estrategia distinta y relajada para alimentarse, según señala un estudio ,"A diferencia de los sapos normales, los que son ciegos literalmente esperan que los insectos caminen sobre ellos antes de comérselos", dice Luis Felipe Toledo, un biólogo especializado.
Misteriosa llegada
Nadie sabe con certeza cuándo llegaron los sapos allí. "Según una historia, hace cerca de 100 años un sacerdote se llevó algunos sapos de la parte continental de Brasil a la isla para mantener bajo control a los insectos en sus cultivos",
Tampoco está clara la razón por la cual, desde entonces, se volvieron deformes y ciegos. "Todo el mundo pregunta por qué están así", señala Toledo. "Y esa es la pregunta que todavía no hemos respondido". El equipo de Toledo, conjuntamente con investigadores en el Zoológico de San Diego (Estados Unidos), está poniendo a prueba algunas ideas que podrían explicar las malformaciones a gran escala de los batracios. Están investigando si un parásito, bacteria o virus es el culpable y están llevando a cabo estudios genéticos para ver si se trata de una población endogámica.
BBC Earth