lunes, 15 de agosto de 2016

Por qué creemos en religión


"No importa si Dios existe o no, ya que la creencia religiosa tiene como objetivo la satisfacción de nuestros deseos humanos básicos", cita al psicólogo Steven Reiss el periódico británico 'Sunday Express'.
Libro 'The 16 Strivings for God', opina que la religión no es más que un medio para satisfacer 16 deseos básicos presentes en todos los humanos.
Estos deseos incluyen la curiosidad, la aceptación, la familia, el honor, el idealismo, la independencia, el orden, la actividad física, el poder, lo romántico, el ahorro, el contacto social, la comida, el estatus, la tranquilidad y la venganza.

Según una investigación realizada por 583 sociedades religiosas de todo el mundo y publicada en la revista científica 'PNAS', los seres humanos son propensos a creer en dioses poderosos en tiempos de adversidad y de inclemencias medioambientales.
"La coacción ecológica y la incertidumbre medioambiental pueden hacer que la vida sea muy difícil, y hay evidencias de que estas condiciones tienden a impulsar la sociabilidad (…) promoviendo la cooperación, la equidad y la honestidad", explicó el doctor Carlos Botero de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, quien dirigió el trabajo.Tras analizar varios datos históricos, sociales y medioambientales, los investigadores llegaron a la conclusión de que la escasez de alimentos y la inestabilidad climática jugó un rol importante en determinadas sociedades y que estas crean en dioses supremos que sirvieron de código moral.

Son muchos los caminos por los cuales una persona puede llegar a la conclusión de que Dios existe o no:

Ateos
Son las personas que dicen que Dios no existe. Afirman que las explicaciones que dan las religiones tienen otras razones físicas...
Los ateos afirman, entre otras muchas cosas, que los que creen en Dios lo hacen por miedo, por no enfrentarse a la dura realidad de la vida, porque son unos ignorantes.
No creen que haya una vida más allá de la muerte.

Agnósticos
Son las personas que afirman que Dios puede que exista, que puede existir algo, pero que el conocimiento humano no puede llegar a conocerlo.
Normalmente los agnósticos suelen ser personas respetuosas con la religión y la fe de los otros. en muchas ocasiones, los agnósticos sinceros son profundamente conocedores de las diversas religiones, pero no llegan a afirmar la existencia de dios de una manera rotunda… Les parece que si dios existe sería tan grande que no podríamos abarcarlo con nuestro limitado conocimiento. En general, no niegan tanto el que Dios pueda existir, como el que podamos conocerlo.

Creyentes
Son las personas que afirman que Dios existe, que es un ser, no una cosa o "un algo". Los creyentes creen que Dios interviene en el mundo y en la historia humana.

EPILEPSIA DEL LÓBULO TEMPORAL Y ÉXTASIS MÍSTICO

En patología se conoce un caso de epilepsia que afecta sólo al lóbulo temporal del cerebro. El lóbulo temporal es especialmente vulnerable a la hiperactividad de las estructuras que allí se encuentran y en la que muchas células se activan al mismo tiempo provocando convulsiones. Las crisis suelen ser crisis parciales simples y complejas.

Las crisis parciales simples son las que causan emociones intensas como éxtasis místico u otro tipo de experiencias religiosas o espirituales.
En muchos casos estas crisis no van acompañadas de pérdida del conocimiento, como ocurre en las crisis generalizadas cuando la hiperactividad se extiende por otras partes del cerebro provocando las convulsiones por todos conocidas.

Se ha descrito un síndrome, que es una colección de síntomas, denominado el síndrome de Gastaut-Geschwind, por los neurólogos que lo definieron, que se caracteriza por los siguientes síntomas:

Trastornos de la función sexual, generalmente hiposexualidad., conversiones religiosas súbitas, hiperreligiosidad, hipergrafia, preocupaciones filosóficas exageradas, irritabilidad y viscosidad.

Estos síntomas coinciden con muchos que se han descrito entre los místicos de todas las religiones, Santa Teresa , varios días en coma y cuando se despertó tenía la lengua “hecha pedazos de mordida”.
También se supone que Saulo de Tarso, Mahoma, Juana de Arco, Santa Catalina de Génova, Santa Catalina dei Ricci, Santa Teresa de Lisieux, Joseph Smith, fundador de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, es decir de la religión de los mormones, sufrieron también de epilepsia. Al igual que otras personas conocidas como Dostoievsky, Vincent van Gogh o Emanuel Swedenborg y muchos otros.

“La epilepsia como enfermedad sagrada, se le consideraba enviada por un dios: el enfermo, durante el ataque, era poseído por una fuerza divina”.

Pero ¿qué entendemos por experiencia mística? ¿qué es lo que la desencadena? ¿son los místicos personas con facultades especiales que las hacen diferentes del resto?
La mística es un camino de perfección y plenitud espiritual. Un viaje ascético al reino interior. A la luz que, según ciertas tradiciones sagradas, llevamos dentro y que nos conecta con la divinidad y con todo lo manifestado.
“Mística no es lo mismo que religión -nos explica Alfredo Fierro en su obra ‘El hecho religioso’– (…) Es una búsqueda religiosa de liberación, mediante la unión y, a veces, fusión con la divinidad, fuente de salvación”.

“Los especialistas en neuropsicología han demostrado varias veces que los daños en la parte derecha del cerebro reducen la atención personal en el yo.
El hecho de que la investigación haya demostrado que la gente con estas lesiones es más espiritual, sugiere que las experiencias espirituales estarían asociadas con una reducción de la atención en uno mismo. Esto es coherente con muchos textos religiosos, que señalan que los individuos deben concentrarse en el bienestar de otros más que en el propio”, dice el neurólogo norteamericano.

También sería coherente con los resultados de estudios previos, realizados con monjes budistas y franciscanos con una función cerebral corriente, que revelaron que las personas que aprenden a minimizar el funcionamiento de la parte derecha de sus cerebros incrementan sus "conexiones espirituales" durante la meditación y la oración.

Entonces, ¿Por qué creemos ?
Necesitamos creer en ese algo o alguien porque no queremos tanta carga, no queremos el peso del mundo en nuestros hombros.
Incluso el llamarle “destino” parece ser una ofensa para aquellos que creen en un único Dios.

Y sin duda es un ritmo colectivo ejemplo, un grupo de personas, una aplaude, en un instante todos estaríamos haciendo lo mismo. Similar a una experiencia religiosa,es como un ritual de pertenencia que causa placer o, al menos, seguridad.
Los rezos, los bailes y los cantos rituales de las religiones –desde un “Padre nuestro” hasta la danza de los derviches– se basan en esta misma propiedad de sincronización tan humana.