Este año se ha triplicado la cantidad de asesinatos de defensores de derechos a la tierra en comparación con 2015.
Los conflictos por las tierras se vuelven cada vez más letales en todo el mundo; eso es lo que alerta un informe divulgado por el grupo defensor de los derechos humanos PAN Asia Pacific (PANAP).
El 3 de marzo de este año Honduras amaneció con la noticia del asesinato de la líder ambientalista Berta Cáceres, defensora de los grupos indígenas y ganadora del Goldman Prize 2015 (conocido como el Nobel verde) quien fue ultimada por un grupo de desconocidos en su casa a 200 kilómetros de Tegucigalpa. La noticia conmocionó al mundo, y hoy a nueve meses de su muerte todavía no se han encontrado a los responsables intelectuales y materiales del crimen.
Sin embargo el crimen de Cáceres fue solo uno de los 185 asesinados que han sufrido los defensores de la tierra en este 2016. El informe del PANAP detalla que cada mes en el mundo son asesinados 16 activistas dedicados a la defensa de la tierra.
Y advierte que a pesar de que el derecho a la tierra es un derecho fundamental, consignado en la Declaración de los Derechos Humanos, este es uno de los que menos se respeta.
SE TRIPLICARON
Lo que más alarmante es que este año se ha triplicado la cantidad de asesinatos de defensores de derechos a la tierra en comparación con 2015.
En 2015 fueron, los que están denunciados y contabilizados, 61 asesinados.
“Los derechos colectivos de las personas de poseer y controlar sus tierras, sus recursos y sus necesidades culturales son fuertemente violados por corporaciones y gobiernos”, asegura Sarojeni Rengam, el director ejecutivo de PANAP.
Además de los asesinatos también han aumentado las detenciones cuando se realizan este tipo de reclamos pasando de 82 detenciones en 2015 a 118 hasta noviembre de este año, una cifra que refleja que los gobiernos en vez de protegerlos derechos de los defensores de la tierra se han vuelto menos tolerantes.
Por regiones el informe señala que Asia, África y América Latina son los continentes más afectados mientras que entre los países que menos defienden a estas personas está Brasil donde solo en agosto pasado fueron asesinados 20 activistas. Filipinas, Indonesia y Camboya, Bolivia, Honduras, Perú, Etiopía, Kenia y Sierra Leona son los países con las tasas más altas de homicidios.
Fuente:
Red 21
Imagen:
La tribuna
Extremista