El perfil psicológico de Adolf Hitler que hizo la CIA en 1943
Ya en 1943 el psicólogo Henry Murray de la Universidad de Harvard escribió, a pedido de la CIA, un revelador perfil psicológico del dictador alemán. El informe se llama “La personalidad de Adolf Hitler”, y en sus 229 páginas se describe con detalle el oscuro entramado de la personalidad del líder nazi. Retrata a un hombre cuyo apretón de manos débil demuestra una radical incapacidad para mantener relaciones humanas dentro de parámetros normales y a quien lo aterra la intimidad; según Murray, gran parte de toda su psicopatía derivaría de un potente complejo de Edipo, y el trauma que le significó haber encontrado a sus padres teniendo relaciones sexuales. Por otra parte, el informe plantea que Hitler sufría de un grave complejo de inferioridad desarrollado en la infancia y derivado de su apariencia delgada y frágil, y de haberse sentido inferior a sus compañeros de clase por ser de una familia con menos posesiones. "Nunca hizo ningún trabajo manual, nunca hizo deportes y fue rechazado por el Ejército", explica Murray a la CIA, intentando develar un perfil de conducta que permita predecir sus estrategias y decisiones. Frente a su padre, el pequeño Adolf era servil y temeroso, y sentía que ejercía el liderazgo de la familia de manera "severa, tiránica e injusta". En términos freudianos, el niño Adolf Hitler anhelaba humillar al padre para recuperar el amor de la madre; por esta razón, haber encontrado a sus padres teniendo sexo, a los doce años, dejó una huella profunda en su psiquis, y pesadillas recurrentes por el resto de su vida. Ya en la adultez, Hitler se convirtió, según el informe, en un “masoquista total” incapaz de consumar un acto sexual con normalidad. El informe, que profundiza en los problemas y las contradicciones del líder nazi, es detallado y minucioso, pero no permitió a EEUU adelantarse y conjurar sus macabras estrategias totalizadoras
por el obserbador