Investigadores insisten en la existencia de la primera supertierra
descubierta en zona habitable, rechazada por otros estudios  QUEEN MARY U. Ilustración del exoplaneta Gliese 581d Se llama Gliese 581d y orbita alrededor de la estrella del mismo nombre (sin la última letra), una enana roja situada a 20 años luz de la Tierra, junto a otros cinco mundos, algunos de ellos también muy interesantes. El planeta extrasolar fue descubierto en 2009 por investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres y la de Hertfordshire, quienes lo presentaron como la primera supertierra hallada en zona habitable, es decir, un mundo de un tamaño algo superior al nuestro que se encuentra a la distancia adecuada de su estrella como para contener agua líquida en su superficie, una condición indispensable para la existencia de vida tal y como la conocemos. El candidato a planeta fue descubierto usando un espectrómetro que mide la «oscilación», pequeños cambios en la longitud de onda de la luz emitida por una estrella, causados cuando un planeta orbita a su alrededor. Sin embargo, un informe publicado el pasado año en la revista Science desestimó la existencia de este planeta, considerando que lo que veían los astrónomos no era más que «actividad estelar disfrazada de planeta». A su juicio, el supuesto mundo era en realidad ruido en los datos causado por manchas estelares. Los «padres» del «d» no se han achantado, insisten en que su planeta existe y aseguran que las conclusiones de sus colegas han sido provocadas por un análisis inadecuado de los datos. La técnica estadística utilizada en la investigación de 2014 para dar cuenta de la actividad estelar es, según explican, «simplemente insuficiente» para identificar planetas pequeños como Gliese 581d. A su entender, ese método ha funcionado en el pasado en la identificación de los planetas más grandes debido a que su efecto sobre la estrella era demasiado importante como para negar los errores en los resultados. Sin embargo, hace que sea casi imposible encontrar las señales de planetas más pequeños dentro del ruido provocado por la propia variabilidad estelar. «Siempre ha estado ahí» Utilizando un modelo más preciso en los datos existentes, los investigadores están convencidos de que la señal de GJ 581d es real, a pesar de la variabilidad estelar. «La existencia (o no) de GJ 581d es significativa porque fue el primer planeta similar a la Tierra descubierto en la zona «Ricitos de oro» (la zona habitable, ni muy caliente, ni muy fría, como en el cuento infantil) alrededor de otra estrella (donde el agua puede existir en forma líquida) y es un caso de referencia para la técnica de Doppler», explica Guillem Anglada-Escudé, autor principal del artículo. «Siempre hay discusiones entre los científicos acerca de la manera en que interpretamos los datos, pero estoy seguro de que 581d ha estado en órbita alrededor de Gliese 581 todo el tiempo», añade el investigador. «En cualquier caso, la fuerza de su declaración era demasiado fuerte. Si su forma de tratar los datos fuera correcta, entonces algunos proyectos de búsqueda de planetas en observatorios terrestres tendrían que ser revisados significativamente, ya que están destinados a detectar planetas aún más pequeños. Uno tiene que tener más cuidado con este tipo de reclamaciones», advierte. La estrella Gliese 581 es una fuente de hallazgos para los cazadores de planetas, pero también una fuente de polémica. En 2010, astrónomos de las Universidades de California y Santa Cruz y del Instituto Carnegie de Washington anunciaron el descubrimiento del primer planeta «realmente habitable» fuera de nuestro Sistema Solar, el planeta «g», otro de los seis mundos conocidos del sistema. Como ha ocurrido con su hermano «d», el «g» también fue puesto en duda apenas unas semanas después de ser anunciado oficalmente, pero, también de la misma forma, el equipo descubridor volvió para aportar nuevos datos que parecían confirmar su existencia. Sin duda, Gliese no dejará de dar sorpresas.
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