viernes, 22 de septiembre de 2017

La pista de aterrizaje para visitantes de otros mundos

         

El Enladrillado es quizás el atractivo natural más famoso de la Reserva Nacional Altos de Lircay, "Chile".
 Sin duda, se trata de un lugar único dado su peculiar geografía, la belleza abrumadora del entorno y también, los mitos que lo rodean.

 El Enladrillado corresponde a una gran meseta de aproximadamente 2,5 hectáreas. Que descansa enclavada a 2200m de altura en los Andes, la cual constituye un mirador perfecto hacia el profundo valle del río Claro y los mayores nevados de la zona que se levantan hacia el Este.

¿De dónde proviene el nombre Enladrillado?

 La respuesta esta pregunta, muchas veces difícil o imposible de responder.
La superficie de esta meseta está recubierta por extrañas formaciones de roca basáltica, asemejándose a una serie de “ladrillos” yuxtapuestos de forma increíblemente ordenada.

Si bien se trata de un fenómeno cuya explicación nos dirige a la actividad volcánica de eras pasadas, su superficie de aspecto estéril y lunar –de aspecto casi anti-natural se podría decir- ha alimentado la creencia de que se trataría en realidad de una pista de aterrizajes para visitantes de otros lugares de la galaxia. A esto se suma una gran cantidad de avistamientos de ovnis que fueron declarados durante las décadas pasadas, todo lo cual ha convertido al Enladrillado en uno de los focos más importantes donde se desarrolla la ufología en Chile.
Relato a la prensa:

Libia Córdoba contó al diario "La Cuarta", su esposo había ido de camping con unos amigos a la Reserva Altos de Lircay, cuando vivió algo misterioso

“Mi esposo tuvo una experiencia súper fuerte una vez ahí en la montaña. Él dice que fue de otro mundo”, aseveró

Según Libia, luego de seis horas de ascenso, llegaron a la cima y montaron un campamento cuando ya el cielo estaba oscuro. Luego de eso, su marido se alejó del grupo para poder orinar. Mientras lo hacía, notó que empezó a despegarse del suelo y, mientras flotaba, sólo podía mover los ojos, situación que lo atemorizó.

Tras retornar a tierra firme, permaneció mudo y comenzó a tiritar. Al narrarle lo acontecido a sus amigos, éstos no le creyeron y bromeaban pensando que era un engaño. Sin embargo, después a ellos les ocurrió lo mismo.

“Al reaccionar, aún en shock decidieron levantar el campamento e irse de ahí”, detallando la mujer del contacto, "fue algo maravilloso".

 Fuente:
•José Antonio Mena.
• Víctor Vargas

Imagen:
•senderosdelmundo
•lacuarta