.Estos avispones gigantes están causando estragos en China.
Según la agencia de noticias estatal Xinhua, 42 personas han fallecido ya a causa de las picaduras de este agresivo insecto en la provincia de Shaanxi, que ha dejado, además, unos 1.600 heridos.
El brote del avispón gigante asiático (Vespa mandarinia) se detectó en el mes de julio y los ataques continuaron incluso después de que las autoridades locales intervinieran destruyendo cientos de colmenas y facilitando tratamiento médico a las víctimas.
«El problema con esta especie es que es muy grande,
aproximadamente del tamaño de un pulgar, y contiene mucho veneno», afirma la
entomóloga Lynn Kimsey, directora del Bohart
Museum of Entomology.
«Sus nidos, por tanto, suelen ser también grandes, con
varios centenares de avispones. Son agresivos y depredadores, y se sabe que han
acabado con colonias enteras de abejas», señala.
Esta especie, de entre 4 y 5 centímetros, suele habitar en
zonas del este y el sureste asiático, y es muy conocida en Japón. Según Kimsey,
es uno de los insectos venenosos más peligrosos del mundo, junto con la abeja
africana.
Pasión por las abejas
Aunque no suelen atacar a humanos, los avispones son
conocidos por acabar en un abrir y cerrar de ojos con colmenas de miles de
abejas.
Estos avispones suelen recorrer kilómetros desde sus nidos
hasta localizar una colmena de abejas, que marcan con una feromona especial
para atraer a sus compañeros. Los atacantes, atraídos por el olor, acuden para
destruir y ocupar la colmena.
Gracias a su tamaño, suelen acabar con las abejas
rápidamente, a menos que éstas consigan eliminar a la avanzadilla antes de que
llamen a los demás, lo que consiguen mediante un increíble mecanismo de
defensa: aumentan la temperatura en el interior de la colmena, friendo
literalmente a su enemigo.
Sin embargo, las abejas y otros insectos suelen ser víctimas
fáciles. Los adultos mastican su carne formando una nutritiva pasta de la que
se alimentan las larvas, que a su vez producen una saliva que sirve de «bebida
energética» a los adultos, que no pueden digerir proteínas sólidas.
¿Por qué atacan a humanos?
Sin embargo, los expertos no coinciden en los motivos por
los que atacan a humanos.
Huang Rongyao, de la Oficina Forestal de Ankang, afirma que
el aumento de la vegetación local ha favorecido el incremento de la población
de avispones. Además, las altas temperaturas registradas los habrían vuelto más
activos.
Hua Baozhen, entomólogo de la Universidad Agrícola y
Forestal del Noroeste de China, señala como motivo la paulatina desaparición de
enemigos naturales del insecto, como arañas o pájaros, mientras que otros
expertos lo achacan a la expansión urbana.
Kimsey aclara que este tipo de comportamiento suele ser
observado en especies invasoras, aunque desconoce cuánto tiempo lleva el
avispón en la zona o si es originario de la región.
«Cuando se introduce una especie nueva, ésta suele pasar
desapercibida unos años, hasta que de repente parece que no hay otra cosa. Es
lo que ocurrió en California, cuando hace 20 años se introdujo la avispa
cartonera, que ahora está en todas partes».
Si los avispones son naturales de esa región, según Kimsey
es probable que el clima haya jugado un papel relevante en su proliferación.
«Si el invierno no ha sido muy frío, las reinas habrán sobrevivido, por lo que
ahora habrá más nidos de lo normal».
Algo parecido ya ocurrió en Estados Unidos, cuando en
California aumentó de forma espectacular el número de avispas amarillas debido
a un clima más cálido de lo normal.
Ataques mortales
Los expertos advierten de que, mientras tanto, lo más seguro
es mantenerse alejado de los avispones, algo que no resulta nada fácil.
Los nidos suelen estar bajo tierra o incluso en edificios,
por lo que es difícil evitarlas. Si se les molesta, o simplemente se pasa
cerca, pueden atacar y causar graves daños. En septiembre se registró un ataque
no provocado a un colegio en el sur de China, resultando 30 heridos, casi todos
hospitalizados con múltiples picaduras.
Kimsey advierte de que hay que tener mucho cuidado, pues sus
picaduras pueden ser igual de mortales que las de la abeja africana.
«Aunque no tengas alergia, puedes sufrir un fallo renal, y
necesitas diálisis para sobrevivir», señala. Y añade: «Es probable que las
muertes se hayan producido por no recibir las víctimas el tratamiento adecuado,
pues es normal que los médicos no sepan cómo enfrentarse al problema».
Brian Handwerk
national geographic
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