El cromo es el elemento químico de la modernidad, la llave detrás de una innumerable cantidad de superficies resplandecientes e inmaculadas. Sin embargo, también esconde un oscuro secreto que fue el tema de una película ganadora del Oscar. A finales de los años 20.
La creación del acero libre de óxido se debe a un ingrediente mágico en su química: el cromo. Este metal, elemento número 24 en la tabla periódica, fue descubierto
por el químico francés Louis Nicolas Vauquelin descubrió el cromo en 1797 y lo nombró con la palabra griega para "color". Pero sus primeros usos tuvieron poco que ver con la arquitectura Art Déco. De hecho, Vauquelin nombró a este metal como la palabra griega para el color –cromos- porque está asociado con una extraordinaria variedad de colores. El mineral del que Vauquelin separó sus primeras pequeñas pepitas de metal puro fue descubierto en Siberia.
El óxido de cromo aportó un tercer pigmento que llevó a la creación del "verde cromo". La primera ciudad del acero La historia de cómo el cromo llegó de la paleta del artista al estudio del arquitecto es en sí colorida y controvertida. Nos lleva a Sheffield, en Reino Unido, la primera ciudad acerera del mundo. En la esquina de las calles Princess y Blackmore, en una zona bastante sombría de la ciudad, hay una placa dedicada a Harry Brearley.
Un peligroso lado oscuro Pero el cromo también tiene un lado oscuro, que fue revelado en la película de Hollywood "Erin Brockovich", por la que la actriz Julia Roberts ganó un Oscar. Mientras que el cromo metálico es perfectamente seguro, en ciertos compuestos químicos el cromo forma iones y adquiere una forma peligrosa. Si el cromo en este formato, llamado hexavalente, entra en el cuerpo –ya sea comido, bebido o aspirado- puede causar cáncer. Esto representa una amenaza para quienes trabajan con cromo, como fabricantes de pintura, chapistas, soldadores e incluso curtidores, que usan una solución del metal para hacer el cuero más elástico y resistente al agua. "El cromo hexavalente es un muy buen inhibidor de óxido", explica la verdadera Brockovich, una activista cuya batalla legal contra la empresa de servicio público Pacific Gas & Electric (PG&E) en California fue la base para el filme. Julia Roberts ganó un Oscar interpretando a Erin Brockovich en el filme del mismo nombre. La verdadera Erin Brockovich. "PG&E usaba un compresor de gas muy antiguo y los motores se sobrecalentaban. Para enfriarlos corrían agua y como no querían que causara corrosión le agregaban cromo hexavalente", relató. Esto ocurrió en el pueblo de Hinkley durante los años 50 y 60. El agua residual se filtró a la capa de agua potable, que usaban los residentes. Las consecuencias para la salud se tornaron horriblemente evidentes décadas más tarde. "Cada persona con la que hablaba tenía una roncha rara, sangrado crónico de nariz y enfermedades respiratorias", dijo Brockovich, quien asumió la misión de ayudar a los residentes a hacer justicia. En 1996, PG&E acordó pagarles US$333 millones, en lo que fue el mayor acuerdo en una demanda de acción directa en la historia legal de Estados Unidos. "Fue agridulce", dice Brockovich, "porque de todos modos esta gente murió. Muchos han muerto desde que terminó el caso". "Pero se convirtieron en una inspiración porque se pararon y lucharon".
sábado, 30 de mayo de 2015
Cromo, el elemento que hizo brillar al siglo XX
Publicadas por
Unknown
a la/s
5:58 p.m.
Enviar esto por correo electrónicoBlogThis!Compartir en XCompartir en FacebookCompartir en Pinterest
Etiquetas:
ciencia-historia,
noticias
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario