Las enfermedades más extrañas del mundo
El Síndrome de la Cabeza explosiva es, sin lugar a dudas,
uno de los trastornos más extraños que se conozcan; quienes lo padecen pueden escuchar, sonado
dentro de su cabeza, una bomba que estalla, un disparo, un choque de platillos
u otro ruido fuerte, mientras intentan dormir. Curiosamente, ese síntoma no
viene acompañado de dolor, inflamación o ni ninguna alteración física. Por
supuesto, no es la única enfermedad increíble que se conozca en el mundo…
Síndrome de Alicia: su nombre está inspirado en la novela
Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillas, y sus síntomas incluyen
alucinaciones, desorientación e ilusiones ópticas de distorsión de tamaño y
distancia. Estos síntomas, comunes en la infancia y en la adolescencia, no son
peligrosos y desaparecen con el tiempo.
Síndrome de la mano alienada: es una enfermedad neurológica
muy rara que provoca movimientos de la mano que el individuo no puede
controlar. Es decir que la persona que lo padece puede tomar objetos y
manipularlos sin ser consciente de ello. Actualmente no existe ninguna cura
para este síndrome.
Delirio de Cotard: los afectados por este extraño trastorno
creen estar muertos. Algunos de ellos, a la vez, creen ser completamente
inmortales. La esquizofrenia es bastante común en muchos enfermos de Cotard. El
tratamiento generalmente incluye medicamentos farmacológicos o hemodiálisis.
Síndrome del hombre lobo: conocido como hipertricosis, este
síndrome implica el crecimiento del cabello sobre casi todo el cuerpo. Hay dos
tipos conocidos de hipertricosis, la generalizada que cubre todo el cuerpo, y
localizadas, que cubre un área específica. No tiene otra cura que la depilación
constante, y suele acarrear dificultades para sociabilizar.
Síndrome de Parry-Romberg: en este trastorno, la piel y los
tejidos blandos de la mitad de la cara comienzan a contraerse, lo que deriva en
una apariencia asimétrica. No se conoce cura para este extraño síndrome.
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FUENTE: LolWot
Imagen: Shutterstock
Síndrome de la mano alienada
Delirio de Cotard:
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