Más de 30 toneladas de peces y 100 toneladas de almejas han aparecido muertas en las costas del centro del país.
La muerte de toneladas de peces y moluscos en el litoral de Vietnam ha reabierto el debate en el país sobre la protección medioambiental y ha avivado las críticas al régimen comunista por su opacidad en la gestión de la crisis.
Según la prensa estatal vietnamita, más de 30 toneladas de peces y 100 toneladas de almejas han aparecido muertas en las costas del centro de Vietnam en las últimas cuatro semanas.
El lugar más afectado es la localidad de Vung Ang, en la provincia de Ha Tinh, próxima al complejo siderúrgico taiwanés Formosa, al que miles de vietnamitas acusan de envenenar el mar con aguas residuales.
La inquina contra la compañía extranjera se multiplicó cuando uno de sus directivos, Chu Xuan Pham, advirtió por la televisión VTC de que "antes de comprar la tierra, la empresa ya advirtió a los pescadores de que cambiaran de trabajo".
En mis 40 años nunca había vista nada parecido. Miles de peces muertos en Vietnam.
"La gente tiene que elegir entre desarrollar un complejo siderúrgico o pescar y vender pescado, pero no se pueden tener las dos cosas", dijo Pham, a quien sus declaraciones le han costado el puesto.
Para tranquilizar a la población, decenas de gobernantes de provincias costeras, se bañaron el pasado fin de semana en algunas de las playas más turísticas y se dieron atracones de marisco delante de las cámaras.
El Ministerio de Medio Ambiente trataba de calmar los ánimos reconociendo la lentitud de la respuesta, mientras el nuevo primer ministro, Nguyen Xuan Phuc, con su Gabinete aún sin ultimar, anunciaba "duros castigos" para los culpables.
Un experimento del canal de televisión VTV mostraba a todo el país cómo dos peces morían en dos minutos tras ser introducidos en un recipiente con agua de la zona.
Las críticas cibernéticas pasaron de los blogs clandestinos a las redes sociales (más de 30 millones de vietnamitas usan Facebook) y de ahí a las calles de las principales ciudades, un hecho inusual en Vietnam, donde las manifestaciones están prohibidas y la población prefiere mantenerse ajena a las polémicas.
Según el analista del portal Asia Sentinel David Brown, este episodio puede suponer un test para el nuevo Gobierno, vigilado de cerca por el poderoso secretario general del Partido Comunista, Nguyen Phu Trong.
Mientras la investigación sigue su curso con la participación de científicos extranjeros, el régimen ha pasado a la ofensiva con el arresto de dos personas acusadas de incitar a la protesta para causar inestabilidad.
Según el portal Vietnamnet, las autoridades acusan a los dos detenidos de estar a sueldo de organizaciones de disidentes con
sede en Estados Unidos.
Fuentes:
La Vanguardia
S 24 mex
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