Los datos captados desde el espacio destapan fraudes sobre todo en los países productores de petróleo.
Los gobiernos de todo el mundo y las grandes y medianas empresas de cualquier punto del planeta están obligados a declarar las emisiones de gases contaminantes provocadas por su actividad. En este inventario de emisiones se incluyen también los gases de efecto invernadero, causantes del cambio climático.
La vigilancia espacial ayuda al planeta:
Un equipo de investigadores de Estados Unidos y Canadá ha utilizado ahora los datos acumulados por el satélite científico Aura, de la NASA, y un nuevo sistema de análisis de estos datos con el objetivo de descubrir las emisiones reales a la atmósfera de gases como el dióxido de azufre, procedente de fuentes naturales como los volcanes o actividades humanas como la combustión de hidrocarburos y los pozos y refinerías de petróleo.
El dióxido de azufre es un gas con efectos muy negativos sobre el medio ambiente y la salud de las personas; y en concreto, interviene en los procesos de lluvia ácida y potencia el efecto invernadero (cambio climático).
Los resultados de esta investigación liderada por Chris McLinden se presentan esta semana en un artículo publicado en la revista Nature Geosciences y son realmente esclarecedores.
Además, los datos analizados por estos investigadores indican que existen centenares de puntos en todo el planeta en los que las emisiones reales de gases contaminantes son muy superiores a las declaradas por las empresas y los gobiernos respectivos.
Las 39 fuentes de emisión no declaradas son principalmente yacimientos de petróleo y gas, centrales eléctricas que queman carbón o petróleo e industrias como las fundiciones.
De los 39 puntos no declarados en los inventarios oficiales, 14 se encuentran en Oriente Medio y 12 de ellos están relacionados con los pozos y refinerías de petróleo en países como Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Qatar, Irán y Kuwait.
Tambien ,países como México, Rusia, China e incluso uno de ellos en Marruecos.
En este sentido, el artículo también incluye un sencillo mapamundi en el que se sitúan aproximadamente los puntos de emisiones descubiertos y los países responsables. En este mapamundi se marcan también otros puntos de emisiones de origen natural, como los volcanes, que deben ser tenidos en cuenta para mejorar la gestión global de la contaminación atmosférica en el planeta.
Bryan Duncan, científico atmosféricos en el Centro Goddard de la NASA, destaca que el estudio que ahora se presenta, “es la demostración perfecta de cómo los satélites y las nuevas técnicas de análisis de datos nos permiten identificar las fuentes de contaminantes cada vez con más detalle en todo el planeta”.
Fuente: La Vanguardia
Imagen:Nature Geoscience
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