Corría el año 1985 cuando se anunciaba por primera vez el descubrimiento de un gran agujero en la capa de ozono. El hallazgo alertó rápidamente a la comunidad científica, emitiendo acuerdos y legislaciones sobre el uso de elementos contaminantes.
En enero de este año "2018"un grupo de científicos dieron a conocer los datos arrojados por el satélite de la NASA Sounder Microwave Limb Sounder (MLS), tras medir los gases en la atmósfera durante cada invierno entre 2005 y 2016, el equipo determinó que el daño se ha ido reduciendo. El agujero se ha reducido en 4 millones de kilómetros cuadrados desde el año 2000.
Pero misteriosos gases están destruyendo nuevamente la capa de ozono, nadie sabía de dónde venían, pero ahora todo ha quedado claro. Los responsables han sido descubiertos: los aislantes de espuma de poliuretano para uso doméstico.
Los investigadores sospechaban que alguien estaba usando los compuestos en algún lugar del este de Asia.
La Agencia de Investigación Ambiental (EIA) basada en Reino Unido, encontró que un compuesto químico que se usa en la producción de esos aislantes -y que fue prohibido en 2010. Los CFC-11 o clorofluorocarbonos-11.
El CFC-11 resulta eficiente para la espuma de poliuretano, que se utiliza como aislante doméstico. El gas ilegal se ha utilizado en la producción de estos aislantes, por su valor muy económico.
La espuma de poliuretano producida en China es casi la tercera parte de la que se hace a nivel mundial, por lo que el impacto en la capa capa de ozono podría ser significativo. De momento, se espera que existan fiscalizaciones más fuertes y no se descartan sanciones a China, producto del Protocolo de Montreal.
"Nos quedamos totalmente anonadados al encontrar que las compañías se mostraban muy abiertas al confirmar que usaban CFC-11 y a la vez reconocían que era ilegal", le dijo a la BBC Avipsa Mahapatra, uno de los investigadores de la EIA.
Fuente:
•fayerwayer
•Bbc
Imagen:
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