miércoles, 8 de febrero de 2017

La guerra de los dioses; Sodoma y Gomorra


Se trata de una de las mayores catástrofes mencionadas en la Biblia y que, aunque todavía resulta tema de discusión entre los arqueólogos, parece bastante posible que pueda tomarse como un hecho verídico. Hablamos de la destrucción de Sodoma y Gomorra por la mano de Dios. El relato de los hechos se menciona en detalle en los capítulos 18 y 19 del Génesis.

En dicho relato, Dios, que estaba furioso con las ciudades de Sodoma y Gomorra a causa de sus pecados, comunicó a Abraham que iba a destruirlas. Abraham pidió clemencia a Dios porque en las ciudades vivia su sobrino Lot con su familia. Si bien no está claro cuáles fueron los pecados practicados por ambas ciudades, los estudiosos creen que el principal fue la homosexualidad, debido a la utilización del término "sodomía", aunque en otras partes de la Biblia mencionan que las ciudades eran culpables de arrogancia, despreocupación y gula. Lo que sí resulta evidente es que los pecados implicaban falta de obediencia y de adoración hacia Dios y sus mandamientos.

Es interesante observar cómo la Biblia  señala que Dios escuchó las protestas de gente en contra de las ciudades, sin conocer realmente lo que sucedía en ellas:

     “El clamor contra Sodoma y Gomorra es tan grande y su pecado tan grave que voy a bajar para ver si lo que han hecho es tan malo como el clamor que ha llegado hasta mí. Si no, lo sabré. Génesis 18: 20-21”

¿Cómo es posible que un Dios omnisciente no sepa si lo que se le ha dicho es cierto o no y se vea obligado a acercarse a comprobar lo sucedido? Curiosamente, para este propósito utiliza a dos de sus ángeles, enviandolos a la Tierra para investigar.

     “Los dos ángeles llegaron a Sodoma por la tarde, y Lot estaba sentado a la puerta de entrada de la ciudad. Al verlos, se levantó para recibirlos y postró su rostro en la tierra. Génesis 19: 1”

Entonces los ángeles comunicaron a Lot que llevase a su familia fuera de la ciudad de Sodoma porque iban a destruir ambas ciudades, según órdenes de Dios. Merece la pena señalar que no es Dios quien destruyó las ciudades, sino sus ángeles, que eran quienes llevaban a cabo sus órdenes. Las únicas personas que sobrevivirían serían los siervos obedientes de Dios, a quienes los ángeles informarían de los acontecimientos venideros. Los ángeles apremiaban a Lot para que huyese antes de que la ciudad fuera castigada y “castigada” es la palabra exacta usada en el Génesis 19:15.

     “Y dijeron los varones a Lot: ¿Tienes aquí alguno más? Yernos, y tus hijos y tus hijas, y todo lo que tienes en la ciudad, sácalo de este lugar: porque vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor de ellos ha subido de punto delante de Jehová; por tanto Jehová nos ha enviado para destruirlo.” Génesis 19: 12-13”

Antes de la destrucción, Lot pide a los ángeles que no arrasen también la ciudad de Zoar, ya que era el lugar donde quería irse a vivir. Los ángeles aceptaron esta solicitud y le dieron una advertencia: corre y no mires hacia atrás y no pares en ningún lugar de la llanura antes de llegar a las montañas.

     “Huye por tu vida! No mires hacia atrás, y no te detengas en ningún lugar de la llanura! Huye a los montes o serás barrido! Génesis 19:17 ”

A continuación una lluvia de fuego y azufre cayó del cielo sobre Sodoma y Gomorra, destruyendo las ciudades por completo. En su huída, la mujer de Lot sucumbió a su curiosidad y se volvió para mirar a las ciudades en llamas. Como resultado se convirtió en una estatua de sal. Llegados a este momento, la primera cuestión que tendríamos que plantearnos sería por qué les ordenaron, de forma concreta, no girarse hacia atrás: ¿acaso los ángeles no deseaban tener testigos a la hora de destruir Sodoma y Gomorra?

Muchos arqueólogos coinciden en que las ruinas de Sodoma y Gomorra se han descubierto al sudeste del Mar Muerto. Los nombres modernos de las ciudades son Babeth-Dhra y Numeira. Las pruebas encontradas muestran que ambas ciudades fueron destruidas por un enorme incendio, dejando restos de cenizas de más de tres metros de espesor. El geólogo Federico Clapp ha planteado la posibilidad de un terremoto como explicación científica a dicha destrucción. Un terremoto que habría causado la liberación de sustancias derivadas del petróleo que se habrían inflamado destruyendo, así, las dos ciudades.

Fuente:
•ancient-origins

Imagen:
• diario cristiano
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