martes, 19 de junio de 2018

Incas eran diestros cirujanos en la perforación del cráneo



Si le perforaron un agujero en el cráneo en tiempos históricos, las probabilidades de sobrevivir a la prueba fueron mucho mejores en el antiguo Imperio Inca de Sudamérica que en América del Norte durante la Guerra Civil Estadounidense.

El estudio, publicado en el American Journal of Physical Anthropology 2008 y otro estudio fue publicado en la edición de junio 2018 de la revista World Neurosurgery .

"Con el tiempo, desde el más temprano hasta el más reciente, aprendieron qué técnicas eran mejores y menos propensas a perforar la duramadre", dijo Kushner, profesor clínico de medicina física y rehabilitación en la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami .
"Parecían entender la anatomía de la cabeza y evitaron a propósito las áreas donde habría más sangrado. También se dieron cuenta de que las trepanaciones de mayor tamaño tenían menos probabilidades de ser tan exitosas como las más pequeñas. La evidencia física definitivamente muestra que estos cirujanos antiguos refinaron el procedimiento tiempo. Su éxito es verdaderamente notable ".

Poseían una técnica altamente sofisticada para practicar trepanaciones de cráneo (una práctica médica que consiste en agujerear la cabeza), con una elevada tasa de supervivencia, según Valerie Andrushko, de la Universidad de Conecticut y John Verano, de la Universidad de Tulane.

Los incas eras diestros cirujanos y algunos de los individuos habían sido sometidos a esa técnica en más de una ocasión.

Estudiaron 11 yacimientos en el Cusco, Perú, en los que encontraron 66 muestras de trepanaciones de cráneos.

Indicaron que había 83% de supervivencia entre los que se sometían a la trepanación y una escasa prevalencia de infecciones, lo que se atribuye al uso de antisépticos naturales.

 Se cree que intervenciones los incas utilizaban la coca, el tabaco y la cerveza de maíz para ayudar a reducir el dolor y para de controlar las infecciones, usaban bálsamos y plantas que contenían el compuesto llamado saponina, que tiene propiedades antisépticas.

 Curiosamente no hay referencias a las trepanaciones craneales entre las crónicas que hicieron los primeros conquistadores que llegaron a Cuzco, comandados por Francisco Pizarro. La arqueóloga norteamericana comenta, no obstante, que sí han encontrados vestigios etnográficos de que la práctica no acabó totalmente con la llegada de los españoles, aunque sí se habría extinguido con la desaparición del Imperio Inca.

En la mayoría de los casos, las trepanaciones se practicaron a soldados heridos en el campo de batalla, aunque también se encontraron cráneos de mujeres, lo que podría sugerir que la técnica se empleaba para tratar males como la epilepsia o infecciones craneales.

Fuente:
•livescience.com
•elmundo
•cooperativa.cl

Imagen:
•pinterest